Puede ser que no le prestas atención ni al profesor, ni al libro, ni a tus padres, porque, mientras estás realizando tus actividades, estás pensando en la discusión, que tuviste con alguien importante para ti, o en cualquier otra cosa que te haya disgustado.

 

Toda emoción perturbadora, es una distracción.

 

Pero, tener inteligencia emocional es principalmente escuchar que te dicen tus emociones y asegurarte de que puedes manejarlo, sin permitir que interfieran en las cosas que quieres hacer.

 

Así como las emociones pueden ser una distracción, en el mundo que vivimos hoy en día, lo es también sacar el teléfono, jugar un videojuego, mandarle un mensaje a tu mejor amigo, o meterse a una red social.

 

Las emociones y las acciones nos alejan o entretienen, para no terminar tus tareas. Aprender a organizarte y centrarte en lo que debes hacer y dejar de lado las distracciones, también es inteligencia emocional.

 

Y ¿cómo se aprende lo que acabo de decir?

 

Pues, para afrontar las emociones sin identificarse con ellas, aprender a tener consciencia de uno mismo y aprender a gestionarnos, la práctica de ejercicios Mindfulness de consciencia de uno mismo, pueden ayudarte a aprender a dirigir la atención hacia las emociones, o fuera de ellas, de manera flexible y efectiva.

 

ASE favorece a través de explicaciones como esta y ejercicios de consciencia de uno mismo, la posibilidad de darnos cuenta y dejar de actuar en automático. Nuestro curso de Aprendizaje Social Emocional, es la herramienta ideal para conocerte a ti mismo y mejorar tu atención, tu concentración y tu inteligencia emocional.